Es muy común escuchar que la fumigación de suelos elimina toda la vida de la tierra, resultando en suelos estériles que no dan mas de si.
Esto es falso. Es común encontrar suelos fatigados con baja actividad microbiológica debido al cultivo intensivo o al exceso de fitosanitarios. Las formulaciones a base de cloropicrina y dicloropropeno además de eliminar los patógenos ayudan a fijar el nitrógeno generando un efecto de fertilizante que le da un impulso extra a sus cultivos.
Las formulaciones de Hendrix & Dail aumentan las poblaciones de microorganismos beneficiosos a la vez que eliminan exclusivamente los microorganismos patógenos e indeseados.
Debemos destacar que no todos los tratamientos son iguales y que es posible encontrar tratamientos en el mercado que no den el resultado esperado. Esto depende de 3 factores:
1. La calidad de los ingredientes activos.
2. La formulación del producto acorde al tipo de suelo y sus problemas
3. El control riguroso en la dosis y la aplicación
Nuestros tratamientos no dejan ningún tipo de residuo en el suelo.
La fumigación es un proceso que permite la transformación de gases en estado líquido a estado gaseoso. En Hendrix & Dail utilizamos formulaciones con base de Cloropicrina y Dicloropropeno muy efectivas. Estos gases son inyectados en el suelo, donde por un período de tiempo permanecerán interactuando con la tierra. Esto es posible gracias a la instalación de túneles plásticos que nos ayudan a retener el producto el tiempo necesario para que haga el efecto deseado. Después de ese tiempo los túneles se retiran y los gases rápidamente se disipan. Podemos hablar de que en un período de 10-20 diás hay una degradación absoluta del producto que deja el suelo que completamente libre de residuos. El resultado es un suelo regenerado y listo para producir.
La fumigación de suelos agrícolas es una práctica muy común que encontramos sobre todo en la agricultura extensiva y monocultivos. Esto tiene cierto sentido ya que los cultivos extensivos acarrean más problemas con un suelo fatigado y debíl, mucho más vulnerable a albergar nemátodos, hongos y enfermedades.
Sin embargo empezamos a ver grandes exportadores de latifundios diversificar sus cultivos y con ello experimentar con pocas hectáreas usando el mismo suelo. También pequeños y medianos agricultores son víctimas de suelos fatigados o infectados.
Para atender a estos clientes, hemos desarrollado un sistema de aplicación exclusivo que permiten la aplicación de nuestros tratamientos a zonas pequeñas y específicas de cultivo. Con esto queremos ayudar a eliminar nemátodos, bacterias y hongos también en cultivos menores y pequeñas superficies.
Este servicio exclusivo está disponible para la fumigación de suelos agrícolas en Colombia, Guatemala, Honduras y Costa rica.
En definitiva podemos hablar de que la fumigación de suelos agrícolas es una práctica segura y sobre todo eficaz para aumentar el rendimiento de sus tierras. Es importante asegurar la calidad y sanidad de su suelo antes de empezar a plantar, por ello recomendamos testear su suelo con tiempo para poder aplicar tratamientos preventivos y evitar sorpresas a media campaña.
La fumigación de suelos agrícolas se emplea con gran éxito como fungicida y en la eliminación de nemátodos y patógenos del suelo. Su eficacia esta probada y es parte del tratamiento base en cultivos como la papa, melón, fresa, piña y flores ornamentales.
Gracias a los avances tecnológicos y sociales, el sector de los fumigantes ha evolucionado bastante en los últimos años. Sin embargo aún arrastra creencias negativas que ya no corresponden con la realidad actual. La fumigación de suelos agrícolas es actualmente una actividad segura y eficaz en la lucha de patógenos del suelo, con una visión enfocada en el cuidado del medio ambiente y la salud de los trabajadores pero sobre todo, en la salud del suelo.
Veamos algunas dudas que aún se plantean nuestros clientes sobre la fumigación de suelos agrícolas: